Tiene un papel esencial en la cocina de los países de la cuenca mediterránea, entre ellos España, y, además de ser una delicia para el paladar, tiene importantísimas propiedades beneficiosas para la salud.
El aceite de oliva está compuesto en un 98% por triglicéridos, predominando el ácido oleico (75% en el AOVE). A alguno se le habrá disparado la alarma interna al leer la palabra triglicéridos, pero no os asusteis: las grasas, tan temidas y demonizadas, son imprescindibles para la vida, y por lo tanto son imprescindibles en la dieta.
¿Cómo se conjuga eso con una dieta sana y ligera? Muy fácil: eligiendo el tipo de grasas que ingerimos. Intentaré explicarlo sin hacerme muy pesada.
A grandes rasgos y sin profundizar en exceso, podemos encontrar distintos tipos de grasas comestibles:
- Grasas saturadas: Constituidas mayoritariamente por ácidos grasos saturados y sólidas a temperatura ambiente (por ejemplo, el tocino).
- Grasas insaturadas: Formadas por ácidos grasos insaturados y líquidas a temperatura ambiente, por lo que también se las conoce como aceites. Se diferencian dos tipos, las monoinsaturadas (por ejemplo, el ácido oleico característico del aceite de oliva) y poliinsaturadas (la grasa del pescado azul, rica en ácidos omega 3 y 6).
Entonces...¿por qué es beneficioso el aceite de oliva? Veamos sus propiedades...
- Reduce el llamado "colesterol malo", por lo que previene la aparición de enfermedades cardiovasculares y la formación de ateromas (placas de grasa que obstruyen las arterias).
- Ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre.
- Es esencial en la absorción de determinadas vitaminas, llamadas liposolubles, y otros nutrientes.
- Es un potente antioxidante.
- Reduce la acidez en el estómago y el riesgo de padecer úlceras, y favorece el tránsito digestivo.
- Mejora la absorción de calcio, reduciendo el riesgo de osteoporosis.
- Ayuda a reducir la hipertensión arterial.
- Mejora las funciones cognitivas.
Seguramente me dejo alguna, pero suena interesante, ¿verdad? Para mí resulta un alimento fundamental para una dieta sana y equilibrada. Ahora bien, tampoco vayáis a empapar en aceite todos y cada uno de los platos que preparéis que no se trata de eso; todo tiene su justa medida. Tampoco tenéis que salir corriendo ante un plato elaborado con mantequilla, a no ser que estéis a dieta; pero sí resulta interesante priorizar el consumo de aceite de oliva virgen extra sobre otras grasas.
Espero que os guste el post...el próximo lo dedicaré en especial al Aceite de Oliva de Alicante, incluyendo referencias a dónde adquirirlo (¡también online!). Estad atentos porque os traeré una recomendación muy interesante. ¡Buenas noches!